No existe nada peor que un actor famoso y divo, excepto un actor poco conocido, picao a divo y más encima pastel. En otras palabras, un pasao a caca. Esto es lo que nos trae el siempre polémico y provocativo Ricky Gervais (último anfitrión de los Golden Globes), las vivencias de un actor enano (Warwick Davis como el mismo) que se cree estrella y sus mayores éxitos en el cine fue hacer del Ewok Wicket en “Return of the Jedi” y ser el protagonista de “Willow” que, según vemos en el desarrollo de la serie, fue una película que nadie vio.
Warwick tiene un emprendimiento de arriendo de enanos para cine y tv, ahora si quien requiere el servicio es Johnny Depp, será el mismo quien tome la pega (Obvio) enano pero no weón. Además de su emprendimiento vive e intenta reflotar de un pasado que fue bastante mejor, enfrenta un divorcio, y para rematarla contrata a una secretaria que no sabe donde está parada y que por limitáncia mental no sabe mentir, lo cuál lo deja bastante expuesto frente a los demás. Warwick visita constantemente a sus “amigos” Stephen Merchant y el mismo Ricky Gervais buscando ayuda y consejo sin darse cuenta que para ellos no es más que una molestia.
Life’s Too Short es comedia inglesa, no contiene risas pregrabadas ni se sostiene en base a los cánones de la sitcom americana. Su formato es de docurreality, donde el humor es negro e incomodo. Si bien Warwick es un pelmazo que no logra darse cuenta que nadie lo quiere y respeta, uno le toma cierto cariño y hasta se siente lástima al ver lo patético que es. Genial es la escena en que va a una convención tipo “Comic Con” para vender merchandising con su rostro y no es capaz de regalarle una foto a un joven con enfermedad terminal, porque según él, cualquiera se podría hacer pasar por moribundo con tal de conseguir algo gratis de él.
Warwick no tiene filtro, el cree que es una gran estrella y espera que todo el mundo lo vea y lo trate como tal. Por ende siempre anda “gritando” que es estrella de Star Wars y busca ser siempre el “centro de mesa” donde sea que esté. Cuando le piden que participe ya sea en una boda estilo “Star Wars” o sea un secundario en alguna filmación, es por su condición de enano, aunque el jura que es por ser un actor “famoso”. Así el “paaabre” Warwick se ira de porrazo en porrazo.
Cada uno de los 7 episodios que componen la hasta ahora su única temporada, cuentan con invitados de alcurnia: Liam Neeson, Helena Bonham Carter, Johnny Depp, Sting entre otros, lo cual demuestra que si algo tiene Gervais, es el don de la palabra, tanto para convencer a tamañas estrellas a participar del show como para hacer que se muestren con cero glamour, bajándolos del pedestal en que uno podría tenerlos (si, las estrellas de cine son igual de apestosos que cualquier hijo de vecino).
La serie completa más un especial está disponible en Netflix. Recomendable para fans de Ricky Gervais y todo aquel que ama el humor negro.
Por Claudio Adn
PD: Aquí les dejo la escena en que Liam Neeson quiere dedicarse a la comedia. Que Morgan Freeman nos pille confesados.
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