No hay pruebas de que la historia del Rey Arturo y su espada mágica Excalibur sea verdadera y, a pesar de los estudios y debates de historiadores, tampoco hay pruebas de que sea falsa. Dicho esto, debemos reconocer que es una de las leyendas mas trascendentes e interesantes de la que tengamos conocimiento, porque incluye heroísmo, guerras, amor, fantasía, traición y muchos más ingredientes que hacen que no sólo directores y estudios quieran producirla una y otra vez, también nosotros queremos verla, y vamos ilusionados al cine cada vez que aparece una versión.
Lamentablemente, salvo la excelente Excalibur de 1981, Hollywood no le ha hecho honores a esta magnífica historia, rondando sólo grandes producciones que se han convertido en grandes fracasos. Esto nos lleva a la entrega mas reciente de esta historia: El Rey Arturo, La Leyenda de la Espada, dirigida por Guy Ritchie.
No sé si su acercamiento a Hollywood lo hizo perder la frescura y la gracia o simplemente Guy Ritchie nunca las tuvo y Snatch (2000) sólo fue una excepción. Desde ese film, a pesar de que ha tenido algunos éxitos comerciales como las dos Sherlock Holmes (2009 y 2011), con un insufrible Robert Downey Jr., sus películas no han sido lo que se esperaba, aunque tal vez esperábamos mucho y Ritchie no nos dará más de lo que ya ha dado.
El Rey Arturo, La Leyenda de la Espada nos cuenta cómo Arturo (Charlie Hunnam), hijo de el rey de Inglaterra Uther Pendragon (Eric Bana), se cría en las calles luego de que su tío Vortigern (Jude Law) traicionara a su padre. Una vez adulto, Arturo quien ignora su noble linaje, se encuentra por esas cosas de la vida con el desafío de sacar la espada Excalibur de una piedra, proeza que nadie más que el hijo del rey podrá lograr, aunque aún así, hay miles haciendo el intento.
Una vez que saca la espada y se da cuenta de cuál es su papel en la historia de una convulsionada Inglaterra, Arturo lucha contra su destino y contra lo que el realmente quiere hacer con su vida. Lucha que se entiende poco, nunca entendemos bien qué es lo que realmente quiere y cuáles son sus motivaciones.
El Rey Arturo, La Leyenda de la Espada es una de las peores versiones de la leyenda que he visto. Lamentablemente para mí, como tengo mis años, vi Excalibur de John Boorman en el cine el año 1981, y no puedo dejar de pensar que 36 años después y con 102 millones de dólares disponibles, Guy Ritchie no haya sido capaz de hacer al menos una película de calidad similar.
En esta cinta, el director nos entrega un montón de imágenes de peleas y guerrilla pegadas, editadas al «estilo» Ritchie, con demasiadas cámaras lentas, gente que se le ponen los ojos raros, pulpos, elefantes gigantes y piedras flotando. Al parecer echaron todas esas imágenes a una juguera y el resultado es una película con mucha acción pero que aburre, con personajes planos que no logran importar y con una historia que va para muchos lados. En un intento de darle un tono épico, hay un abuso de la paleta de colores gris a negro, truco ya tan usado que no impresiona ni logra el objetivo.
Además nos encontramos con algunos, o varios, problemas en el guión, co-escrito por Ritchie. Éste falla en contarnos una historia coherente y entendible, en delinear los personajes y sus historias, en destacar qué es importante y que no; nos muestra momentos totalmente prescindibles y faltan otros imprescindibles para hacer que una película como ésta sea grandiosa y nos haga salir del cine con el corazón hinchado de emoción y la cabeza a punto de explotar con el impacto visual.
Además esta cinta da un paso atrás en lo que respecta al rol de la mujer en la leyenda y en el cine. No hay un papel femenino importante y ni siquiera hay nombres o historias con las que nos podamos relacionar. Hay una maga, unas prostitutas y madres que no tienen nombre y tampoco importancia. Flojera mental o incapacidad de escribir buenos roles para mujeres, por ahí va la cosa creo yo.
Ritchie hizo con el personaje del Rey Arturo lo que hizo con Sherlock Holmes, lo transforma y lo convierte en un tipo simpático, bueno para la talla y para los combos (Hunnam bastante mas tolerable que Downey, eso si). No se trata de que los modernice o los acerque a hombres más reales, sólo los cambia por personajes menos legendarios, lo que para mi es un gran error, porque la gracia de estos personajes es esa: ser legendarios y vivir historias épicas.
Solo una cosa debo conceder, la fotografía. Aunque fue filmada en Snowdonia, Gwynedd y Gales, lugares conocidos por su impresionante belleza; tendrías que ser el peor de los cinematógrafos para lograr escenas feas con los paisajes del Reino Unido. Así que en realidad no, no le concedo nada.
En fin, debo recomendarle que no vaya a verla, pero si es porfiado(a) y va igual trate de entretenerse con los monstruos, con las luchas y peleas a toda pantalla, porque aparte de eso, no hay más.
Director: Guy Ritchie
Escritores: Joby Harold, Guy Ritchie
Protagonistas: Charlie Hunnam, Astrid Bergès-Frisbey, Jude Law