Rock Dog (El Perro Rockero) nos cuenta la historia de Bodi (Luke Wilson), un mastín que vive en Snow Mountain; su trabajo es ayudar a su padre Khampa (J.K. Simmons) a proteger a las ovejas productoras de lana ya que son constantemente atacadas por lobos. La vida transcurre tranquilamente para todos porque Khampa ha creado un ejército de ovejas disfrazadas de mastines que hacen guardia y cuidan el pueblo.
Excepto que hay un pequeño inconveniente: Bodi tiene una vocación muy distinta a la que le trata de inculcar Khampa, sueña con ser músico. No obstante su sueño, él sigue las instrucciones de su padre hasta que, por esas cosas del destino, desde el cielo cae -literalmente- a sus manos una radio. Este incidente cambiará su vida, ya que descubrirá a Angus Scattergood (Eddie Izzard) el rock star más famoso del momento, hallazgo que lo llevará a abandonar Snow Mountain para irse a la ciudad a perseguir el sueño de su vida.
Bodi es una producción china, basada en un comic chino. Debido a que se gastarían millones en su realización, el estudio no encontró una mejor idea que contratar a Ash Brannon, ex Pixar y co director de Toy Story 2 (1999), pensando en que así asegurarían el éxito de la cinta. Además para las voces en inglés contrataron famosos. Un win-win como dicen los gringos.
Pero en realidad fue una mala decisión. Sabemos que todo lo que viene de Corea, China o Japón, llámese películas, comics y animé es en general muy superior a mucho de lo que sale de los hornos de Hollywood. Y es obvio, la mentalidad, la mística y la naturaleza de los pueblos es tan distinta una de otra. Entre la animación de USA, el animé y el Manhua Anime (animación china), hay una gran distancia, con algunas excepciones obviamente. La diferencia se marca en el tipo de historias y en lo consecuentes y honestos que son los asiáticos para reflejar su realidad, más allá de la calidad de la animación y los efectos, en general lo que nos llega de Asia tiene cuerpo, tiene sentido y la mayoría de las veces nos impacta.
Rock Dog (El Perro Rockero) es una película livianita, con personajes simpáticos y una historia fácil de digerir. Mucha música, animalitos adorables, excepto los malos por supuesto, un héroe encantador y un antagonista ni tan bueno ni tan malo. Una apuesta segura que al final no lo es tanto, a pesar de lo corta que es (dura sólo 80 minutos), se hace un poquito larga, por lo repetido de las situaciones y conflictos.
Esta entrega que nos envía la animación china, llega en la forma de una película para niños muy pequeños, que no han visto mucho Pixar, Disney, Dreamworks y ni hablar de Ghibli. Puede ser tal vez un primer paso, un paso simple, para iniciar a nuestros hijos o nietos en el maravilloso mundo de la animación.
Por Marisa Zuñiga
Director: Ash Brannon
Writers: Denise Bradley, Ash Brannon
Stars: Luke Wilson, Eddie Izzard, J.K. Simmons