El cierre prometido

Aclaración: Esta reseña está escrita por un fan para los fans.

Hace 25 años (más o menos) un equipo de baloncesto de preparatoria se reunía en una estación de tren para ir a jugar el campeonato nacional. Ese equipo era el representante del estado de Kanagawa, el equipo de la preparatoria de Shohoku. Todos los fanáticos del animé de Slam Dunk, conocedores de cómo operan estas series, quedamos a la espera de ver a nuestro equipo favorito desempeñarse en su último desafío, sin embargo, ese momento nunca llegó a la pantalla.

Los que quedamos huérfanos de un final buscamos consuelo en el manga. Allí encontramos esos episodios finales que quedaron eternamente en deuda dentro del animé. Allí también aparecieron cientos de videos de youtube que animaban y le daban tensión a los momentos que ya estaban hermosamente dibujados. En lo personal, no tengo palabras para agradecer lo mucho que hicieron para ayudar a, de cierta manera, hacer menos doloroso el recuerdo de esa parte faltante de nuestra infancia.

 

Y pasaron 25 años y entremedio algún cierre final del autor dibujado en las pizarras de una escuela de Japón que nos contaba el destino de nuestros personajes favoritos, pero el cierre del animé, ese que tanto esperamos los fans, simplemente no llegaba. Eso hasta ahora, donde el tan ansiado capítulo final llegó en forma de película. 120 minutos que hacen que la eterna espera se sienta totalmente justificada.

“Slam Dunk: The First Slam Dunk” es una película que no tiene concesiones con el espectador ni con el tiempo transcurrido. Hay apenas tiempo para presentar algunos personajes y el resto simplemente se va mostrando mientras avanza la historia. Con eso en mente, alguien podría pensar que la cinta sólo puede ser disfrutada si se conoce de antemano a los personajes o la historia, sin embargo, aquel que se enfrenta a este mundo por primera vez, no tendrá problemas en entender e involucrarse en el desarrollo de la aventura. Porque al final, la emoción del deporte es un lenguaje universal.

Los más fanáticos se darán cuenta de que por cosas de tiempo y desarrollo algunos momentos icónicos del manga no están en pantalla, sin embargo, esto no hace decaer la experiencia para nada. Además, para ser accesible para todo público, la película elige como hilo conductor a Ryota Miyagi, el personaje más bajo del equipo, pero que pese a eso maneja los hilos y dirige los movimientos del resto de sus compañeros en la cancha como si de un director de orquesta se tratara. Es su historia el corazón del largometraje. A esto se suman algunos flashback del resto de los personajes que permiten que armemos el argumento completo sin problemas. 

La animación es otro punto a destacar. Cuando se anunció el desarrollo de esta entrega hubo muchas dudas y quejas por el cambio de estilo, sin embargo, esos miedos desaparecen inmediatamente frente a la perfección de los diseños que encajan perfectamente con la historia. A esto se suma una banda sonora que hace vibrar al espectador y enfatiza cada momento del juego. Esto incluye los momentos de silencio que harán que más de alguno quede al borde de la silla. 

Slam Dunk marcó una época inolvidable para miles de personas y esta película es como un regalo para todos los que sentimos que algo quedaba pendiente. Quizás también se transforme en la puerta de entrada para que quienes no conocían a estos personajes se interesen por aprender sobre ellos. Porque finalmente hoy, 25 años después, Slam Dunk no le debe nada a sus fanáticos. Simplemente, gracias por el viaje!